Dr. Max Skousen

Actualmente vive y trabaja en Brasil, a donde regresó al término de su misión en Tierra Santa.
Es en Israel donde el Padre Romano realiza su descubrimiento. El Aloe Vera, o Sábila, muy abundante en la región, es la "materia prima" en la que concentra su atención en los momentos de ocio. "Ya conocía la planta - declarará después el religioso - En Brasil, mi madre nos la daba siempre como lenitivo, cuando de niños nos heríamos mientras jugábamos o para tantos otros pequeños percances relacionados con daños físicos. Pero entonces no creía que una planta tan menuda y difundida pudiese tener un poder curativo tan grande".
El éxito especial de la fórmula se debe a sus tres ingredientes: principalmente, el aloe, además de la miel y el aguardiente (o pisco de alta graduación). La miel, siempre que se trate de miel de abeja, natural y no (demasiado) tratada, tiene la propiedad de transportar, de conducir, las sustancias curativas contenidas en el jugo del aloe hasta los receptores más remotos de nuestro organismo, permitiéndole ejercer su acción benéfica.
Por su parte, el aguardiente efectúa una acción de vasodilatación, es decir, ensancha los vasos sanguíneos facilitando la depuración general del organismo. La sangre puede así purificarse, eliminando las sustancias patógenas. Por lo demás, el organismo humano no podría absorber íntegramente el líquido viscoso y rico de propiedades, la aloína - que mana de la planta de aloe cuando se le practica una incisión - sin disolverlo en un destilado.
INGREDIENTES:
Medio kilo de miel de abeja
40-50 ml (unas 6 cucharadas) de destilado (aguardiente, pisco de alta graduación, coñac, whisky, etc.)
350/400 gramos de hojas de Aloe vera /Aloe Arborescens.
¿CÓMO SE PREPARA?
“Se eliminan las espinas de los bordes de las hojas y el polvo depositado en ellas, utilizando un trapo seco o una esponja. Después se cortan a trozos las hojas (sin quitar la corteza) y se meten en la batidora junto a la miel y al destilado elegido. Se bate bien y el preparado está listo para su consumo. No hay que filtrarlo, ni cocerlo, sino sólo conservarlo con cuidado en el frigorífico dentro de un envase oscuro, bien cerrado”.
Las dosis es de una cucharada sopera, media hora antes de cada una de las tres comidas principales. Se debe agitar bien el producto antes del uso. Una vez terminado el primer frasco, se recomienda someterse a un examen médico para comprobar el estado de la enfermedad. Según sea el parecer del facultativo, después de una pausa de varios días, se puede repetir el ciclo del tratamiento, hasta la eliminación del mal.
Debe utilizarse una planta madura de aloe, es decir de al menos cuatro años, y es importante que la miel sea también de óptima calidad y sobre todo natural, precisamente a causa de su carácter de “portadora” de las sustancias benéficas contenidas en el aloe.
Por lo que se refiere a las reacciones que el aloe puede causar, el Padre Romano Zago advierte que no deben asustarnos. En efecto, suponen la expulsión, la liberación completa de las sustancias impuras por parte de nuestro organismo. Por tanto, la persona que toma la bebida a base de aloe puede experimentar erupciones cutáneas, o diarrea pero, según el Padre Romano, ello indica que se va por el buen camino, y que los esfuerzos realizados comienzan a dar sus frutos.
No es aconsejable su uso por mujeres embarazadas o durante la lactancia, niños pequeños, personas a quienes se haya efectuado un transplante, que estén realizando diálisis, o que tengan un sistema inmunitario hiperactivo.
Se recomienda una dieta vegetariana.
Especialmente en el caso de las patologías más graves no se debe suspender el tratamiento, ni siquiera después de la curación, sino reducirlo del siguiente modo:
- durante el primer año: un frasco al mes
- durante el segundo año: un frasco cada tres meses
- a partir del tercer año: dos frascos en primavera y dos en otoño.
Fragmento del libro: “Di cancro si può guarire” (“Es posible sanar del cáncer”) del P. Romano Zago (págs. 55 y ss.):
“… Me han informado que algunas personas que han tomado el preparado han tenido las siguientes reacciones: Ningún cambio o reacción.
En la piel a través de los poros: prurito en todo el cuerpo, forúnculos, abscesos, erupción cutánea parecida a la de la varicela; ampollas, incluso en la palma de las manos o planta de los pies. A través de las heces: heces con olor más fuerte de lo habitual, trastornos intestinales, diarrea; flatulencia (gas hediondo). A través de la orina: micciones más frecuentes, orina más oscura - casi marrón; orina semejante a sangre mezclada con agua. Otros fenómenos: vómito, dolores generalizados, no siempre localizados, sobre todo en el abdomen. Quisiera insistir en que tales indisposiciones o fastidios duran uno, dos, tres, máximo cuatro días, y son seguidos siempre de una sensación de bienestar y buena disposición para todo, como en un estado de convalescencia. Es importante la actitud con la que se afrontan estas molestias: no se debería suspender la cura.
Debes estar convencido de que vas por buen camino, o sea, que las toxinas han encontrado la válvula de escape, se han marchado. Has encontrado el camino de la curación. Ahora sólo debes insistir, continuar. Suspender la cura sería como echar a perder todo. …”
Empresa Distribuidora en Italia y Europa: anticafattoria@tiscalinet.it
Empresa Productora del Aloe en Brasil: proaloe@proaloe.com.br
Padre Romano Zago
El médico del futuro no prescribirá fármacos al paciente, sino que lo estimulará a interesarse más por su propio organismo, por su alimentación y por la causa y la prevención de las enfermedades.Thomas Edison,1847-1931
¿Quieres saber cuáles fueron las fuerzas secretas que me sostuvieron durante mis ayunos? Fueron mi inquebrantable fe en Dios, mi estilo de vida simple y el aloe, cuyos beneficios descubrí al final del siglo XIX, a mi llegada a Sudáfrica. Mahatma Ghandi,1869-1948
Hay cuatro vegetales indispensables para la salud humana: el trigo, la vid, el olivo y el aloe. El primero lo nutre, el segundo conforta su espíritu, el tercero le procura armonía, el cuarto lo cura. Cristoforo Colombo, 1451-1506
El uso terapéutico del Aloe Vera puede convertirse en el avance médico más importante en toda la historia de la humanidad. Dr. Reginaid McDaniel Clinica Research vol.35, n°3 1937
Después de veinte años suministrando aloe en grumos o en polvos, he constatado que la desaparición de una legión de enfermedades. ¿Quieres vivir tanto como Noé? Toma píldoras de Aloe. Francois-Vincent Raspail,1794-1878
Fuente: http://www.aloedipadreromanozago.it/esp/aloe_vera.htm